
Aunque hasta la fecha he procurado resistirme, más de una vez me he planteado seriamente que ya no podía posponer más el fatídico momento de empezar a teñirme el pelo. Reconozco que lo que más me echaba para atrás era la idea de la esclavitud que supone tener que acudir cada mes a la peluquería, y la paliza que los tintes al uso suponen para el cabello.
Por eso, cuando descubrí el Salón TeaCut de José Miguel Gallardo, que coloreaba el cabello con pigmentos botánicos, sin ningún tipo de adictivos químicos, inspirándose en el conocimiento ayurvédico, empecé a investigar más sobre el tema y a buscar algo parecido aquí, en Madrid, porque TeaCut está en Sevilla.

Estuve ojeando las entradas que algunas de mis compañeras habían escrito sobre el cuidado del cabello, y muchas hablaban de una marca, Secretos del Agua que, al parecer, gracias a sus productos elaborados con los principios activos extraídos de la hiedra, la alholva, el gingko, la cola de caballo, la cayena y, lo más importante de todo, el Agua Bipolar suponían una nueva forma de entender el cuidado capilar.
Porque, además de evitar los daños que las coloraciones oxidativas y las sustancias sintéticas como espumas, lacas y geles provocan en el cabello y en el cuero cabelludo, restauraban la fibra capilar dañada purificando en profundidad al eliminar el exceso de grasa y de residuos sintéticos. Al parecer, al desintoxicar nuestro cuero cabelludo, éste vuelve a respirar, equilibraba su descamación y recuperaba su función de barrera protectora.

Con todos estos datos, llamé a Margarita Arjona – que es la responsable de comunicación de Secretos del Agua -, para comentarle que había visto que en el salón de peluquería de la firma, además de proteger el cabello con todos estos productos utilizaban también los barros para teñir el cabello. Margarita me dijo que podía estar horas hablándome de los beneficios de la firma, pero que lo mejor era que los probara.
Así que ayer, me animé y quedé con Gema Torre, responsable de formación de Secretos del Agua, quien me recibió en el salón de peluquería Mirache. Allí, antes de empezar con los tratamientos, se sentó conmigo para tranquilizarme (igual os parece una exageración, pero me daba auténtico yuyu), y explicarme bien todo el proceso.

¡Hola Gema! ¡Gracias por atenderme!
Bienvenida. El barro, que es el tratamiento que te propongo, es una mezcla de diferentes plantas. Entre ellas lleva quino, abedul, indigo y té, no lleva ningún tipo de química, y se mezcla con agua tibia. Digamos que el activador es el propio agua. Hay diferentes tonalidades, pero también lo hay transparente.
Las tonalidades son muy sutiles, realmente lo que hace es como barnizar la cana, haciendo que esta forme parte de tu color de pelo natural. El cabello natural no tiene un solo tono, es multitono. Lo que conseguimos es un efecto de mechas muy natural y no te deja raíz, con lo cual irá desapareciendo poco a poco con las lavadas. Tampoco te va a hacer esclava de tener que ir a la peluquería todos los meses, todo dependerá de lo rápido que te crezca el pelo. Lo cual es importante.

Lo beneficioso de los barros es que prácticamente es imposible que provoquen alergias, a no ser que se tenga alergia a algunas de las plantas que lleva. Lo bueno del barro es que aporta materia al cabello. Un cabello que esté dañado, lo que hace es rellenarlo porque lleva un componente que se llama lawsonia que se asemeja mucho a la queratina natural del cabello. Al rellenar la fibra capilar notaremos el pelo más grueso, más brillante, más vivo. En otras palabras, con los barros conseguimos la textura de un pelo natural siendo un cabello coloreado.
¿Qué es la lawsonia?
La lawsonia es un componente de la famosa henna. A casi todas las hennas convencionales les añaden algo de química. La diferencia entre el barro y la henna natural es que cuando ya llevas muchas aplicaciones de henna se cristaliza el cabello. Tiene tanto exceso de queratinización que al final lo acaba rompiendo.
Con el barro no pasa esto, y aportamos luminosidad al cabello. Tiene colores muy cálidos, que van desde los rubios hasta los cobrizos, y no oscurece. Como te explicaba, lo que hace es barnizar la cana, como cuando barnizamos una madera virgen para extraer toda la belleza de la veta.
En un cabello con poca cana (un 30 o un 40 por ciento) que no quiera teñirse, el barro es una opción muy buena porque lo que hace es disimular esa cana al resaltarla como si fuese una mecha natural – como cuando en el verano vamos a la playa y se nos clarea el cabello de forma natural -, ¡cómo si tuviésemos reflejos!

¿La aplicación es la misma que para un tinte al uso?
No, es diferente. Un tinte convencional se suele aplicar desde la parte alta de la cabeza hacia la nuca, y esto es al revés. Empezamos desde la mitad de la cabeza hacia la nuca porque en la zona de la nuca el pelo por naturaleza es más oscuro, y lo que necesitamos es que se produzca una saturación de pigmento para que la cana se emborrache. Como esto va por tiempo de exposición, si empezásemos desde arriba estaría más tiempo expuesta la parte alta que la nuca. Además, desde la frente hacia la mitad de la cabeza tenemos más calor corporal, y el color se desarrolla antes, y nos quedaría un color más vivo en la parte alta. Y eso no nos interesa.
La coloración se da con el pelo húmedo porque para que la coloración pueda desarollarse necesita oxígeno, y habitualmente lo suele coger del propio cuero cabelludo, por eso también las coloraciones habituales pican porque están robándole oxígeno al cabello y al cuero cabelludo. Con el pelo mojado, ese oxígeno lo coje del agua, de la humedad.
El tiempo de exposición puede rondar desde los 5 minutos hasta los 20 o 25 minutos dependiendo de la intensidad que queramos del color. El calor influye en lo rápido que sube el color, pero no lo aconsejamos porque queremos que el color se desarrolle de forma natural. Es un producto que hay que ir controlándolo continuamente. No es como con los otros tintes que pones el temporizador en 30 minutos y te olvidas hasta que suena. Es un tratamiento muy personalizado.

Lo que hacemos, una vez que está aplicado el barro, es cada tres minutos nos acercamos, retiramos un poquito el barro, y comprobamos cómo está subiendo ese color, lo volvemos a dejar y lo vamos viendo. Lo que así conseguimos es un color no convencional. Es un servicio súper personalizado.
¿Cuántos salones de belleza aplican este tratamiento en Madrid?
En Madrid hay unos quince o veinte salones, pero tenemos más de cuatrocientos salones que utilizan nuestros productos – Secretos del Agua, y la marca de los barros que se llama Neo -, repartidos por toda la geografía española, incluidas las islas. No se vende de cara al público, sólo está disponible en salones de peluquería.

Hay dos tipos de coloración: el barro, que es de lo que estamos hablando, y el óleo pigmento, que es una coloración formulada con un aceite, que se llama ubuntu mafura, que es un gran reconstructor de la fibra capilar, y que los indígenas utilizan como medicina. Ese sí que cubre canas, cien por cien. Su durabilidad es como la de un tinte convencional. En el crecimiento de pelo no podemos influir. Al mes o mes y medio hay que volver a cubrir la raíz. Pero no pierde color, brillo ni textura con las lavadas. Con todas las coloraciones siempre hacemos un tratamiento pre y pos coloración.
¿En qué consiste el Tratamiento Color Protección de Secretos del Agua?
Es un tratamiento que siempre hacemos para prevenir todos los daños que puedan surgir durante una coloración del cabello. Nuestras coloraciones no hacen daño, pero con este tratamiento nos aseguramos de que esas personas que son extremadamente sensibles a las alergias puedan teñirse sin problemas.

Cuando llega un nuevo cliente al salón, lo primero que hacemos es sentarle para hacerle un diagnóstico de su cuero cabelludo y del estado de su cabellera, y le explicamos el funcionamiento del salón. A continuación lo llevamos al lavacabezas y, allí, le aplicamos una lavada muy ligera con un limpiador nutriente, para favorecer la transpiración y la relajación del cuero cabelludo, y barrer el resto de residuos sintéticos y contaminación, para que la coloración nos quede perfecta.
Después, volvemos al tocador, y aplicamos un producto que se llama regulador de porosidad, que se deja en exposición diez minutos con calor. Esto prepara la cutícula del cabello, para que luego la coloración se fije por igual desde la raíz a la punta. Actúa como una malla protectora en el cabello, para que no se rompa la cutícula. Por lo general, las coloraciones penetran tanto a nivel de cutícula que acaba rompiéndose.

Aprovechamos para hacer una terapia con piedras calientes en la espalda y en la nuca; y luego lo aclaramos, y ya pasamos al proceso de coloración que mejor nos venga. En nuestros salones, no sólo es que lo recomendemos siempre, sino que es obligatorio. Forma parte del protocolo de trabajo. No hay opción de no hacérselo.
¿Eso encarece el precio?
Nosotros tenemos packs cerrados. No importa el tipo de coloración que te hagas, el precio es igual, y dentro del pack va incluido este tratamiento de prevención de daños. En otros salones puede incrementarse un poquito. Hablamos de unos 5 o 10 euros. Estamos procurando inculcar a los salones que lo añadan directamente, porque los clientes van a notar la diferencia y nos les va a importar pagar ese pequeño extra con tal de proteger su cabello y su cuero cabelludo. La gente que tenga alergias me entenderá divinamente.
Dependiendo de la coloración que utilicemos, y del tiempo de exposición que estimemos en función de lo que queramos conseguir, lavamos esa coloración y aplicamos un equilibrador del pH con fuerza o nutriente dependiendo de si es un cabello seco, poroso o fino y débil. Es muy importante peinar los tratamientos porque como Secretos del Agua no contiene ni siliconas ni derivados del petróleo necesitamos ayudarle a repartirse bien por todo el cabello.

Este tratamiento lo que hace es devolver la cutícula a su estado original. Estamos hablando de pelo mojado. Mientras hace efecto, hacemos una mini terapia facial que consiste en limpiar la piel con una limpiadora y aplicar una crema hidratante específica. También incluimos una terapia con dedales magnéticos para activar la circulación del rostro. Todo va incluido en el pack.
Nuestros clientes no vienen sólo a darse color, cortar o peinar, vienen a que les mimen, a que les cuidemos y a que les ofrezcamos no sólo belleza sino también calidad. Y que esa belleza salga de forma natural y que no sea disfrazada, como suele hacer la cosmética convencional. Después del tratamiento también hacemos un masaje capilar y ya pasamos al tocador para peinar
¿Cuánto tiempo tenemos que calcular?
Unas dos horas como mucho, dependiendo de la coloración que elijamos, de si se tiene el pelo corto o largo, y del peinado que luego la clienta quiera que le hagamos.
¿Precios?
Desde 75 a 120 euros en función del servicio. Como tenemos muchos salones repartidos a lo largo y ancho de España que utilizan nuestro método y nuestros productos, quienes quieran saber los centros que les pillan más cercanos puedan llamar, y con mucho gusto les diremos dónde están. En un par de meses también dispondrán de esa información en nuestra web, pues estamos trabajando para poder dar este serivicio.
Supongo que imaginaréis que después de semejante máster class me animé y me hice la coloración con los famosos barros. Estoy feliz. El pelo me ha quedado súper natural, no parece que me lo hayan teñido. Lo tengo esponjoso, sano. De repente es como si hubiese recuperado mi melenaza de cuando tenía 20 años. Si estáis pensando en teñiros por primera vez, yo no dudaría ni un minuto más, el secreto está en los barros.
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